Skip to main content

Posts

Showing posts from 2017

La construcción retórica de un kirchnerismo violento

A unque el macrismo apele con recurrencia a una retórica encolerizada que combina epítetos degradantes (‘lakras’, ‘KKs’, ‘Kukas’) con un ‘fuck you’ proctológico y extranjerizante, las paradojas de la vida política argentina acabaron por asignar el rol de fuerza violenta al kirchnerismo. Sin importar cuánto insistan ‘los K’ en aferrarse a sus axiomas solidarios (“la patria es el otro”, “al odio se le gana con amor”), su lugar en el reparto de sentidos mediáticos ha sido determinado por sus poderosos enemigos, que cuentan entre sus voceros a miembros del gobierno y medios oficialistas por igual. Marcos Peña definió al kirchnerismo como “un grupo político que legitima la violencia”; Gabriela Michetti llegó a asegurar que “los kirchneristas viven violentos y agresivos”; y el propio presidente se desmarcó de la gestión anterior explicando que “cambiar también es entender que la violencia no es la forma”. En el mismo registro, Joaquín Morales Solá responsabilizó por los conflictos en la Pa

Cogestión, o cómo se gestiona en medio de la crisis

«P riorizar. Primero lo colectivo: aseo urbano, vialidad interna, servicio de aguas. El asunto es que el presupuesto seguramente no aguante. Al menos desde una lógica que conciba a la alcaldía como planificadora y ejecutora de las obras, y a las comunidades como receptoras de los logros de la gestión. La perspectiva cambia cuando se aborda la situación desde otra potencia: la cogestión. Algo que se ha comenzado a ensayar desde hace algunos años en este territorio: se crea una articulación de trabajo, plan y presupuesto entre la institución y las comunidades organizadas, centralmente en consejos comunales y comunas. Significa que, por ejemplo, la alcaldía pone una parte de un dinero para arreglar una carretera, la comunidad la otra parte, y es parte de la construcción de la misma. Son ideas afianzadas sobre experiencias concretas, sobre la capacidad creadora de la organización popular. En uno de los barrios que recorremos las casas han sido financiadas por el Estado y construidas por

Visitando anarquistas en la Rusia pos-revolucionaria

«A l fin llegamos al sitio de los anarquistas, una construcción venida a menos en un patio mugroso. Me condujeron a un cuarto pequeño repleto de hombres y mujeres. Esa vista me trajo imágenes de treinta años atrás cuando, perseguidos y empujados de un lugar a otro, los anarquistas de los Estados Unidos se veían obligados a encontrarse en una habitación roñosa en Orchard Street, Nueva York, o en un oscuro cuarto al fondo de un bar. Eso ocurría en la América capitalista. Pero esto era la Rusia revolucionaria que los anarquistas habían ayudado a liberar. ¿Por qué deberían juntarse en secreto y en un lugar semejante? Aquella tarde, y el día que siguió, oí un recitado de la traición bolquevique a la Revolución. Trabajadores de las fábricas del Báltico me hablaron sobre su esclavitud, los marinos de Kronstadt expresaron su resentimiento e indignación hacia aquella misma gente que habían llevado al poder y que ahora se habían convertido en sus amos. Uno de los que hablaba había sido condena

Los mapuches de Bullrich y la Constitución Nacional

E l crimen por la espalda del mapuche Rafael Nahuel volvió a poner a Patricia Bullrich en el centro del debate por la legitimidad en el uso de la fuerza represiva. Y una vez más, el gobierno y los medios oficialistas no dudaron en volcar la culpa sobre las víctimas. En una nueva muestra de impunidad política y mediática, la ministra de seguridad llegó a imputar a los mapuches el uso de “armas de alto calibre” que nadie vio. Poco importa que en un desliz de sinceridad mencionara “lanzas” y “cuchillos” como las únicas armas identificadas por Prefectura. Torpe de reflejos, intuyendo tal vez que acababa de tropezar con una incómoda autodesmentida, se apresuró a aclarar: “Tampoco es que pudieron ver a todos.” La amenaza abstracta del uso de armas de fuego le bastó a la ministra para caracterizar a los mapuches involucrados en las tomas de tierras como “grupos violentos”, y para englobarlos sin distinción dentro de la difusa categoría ‘RAM’, una categoría que ni ella parece terminar de cre

Freire: El educador debe morir

“E l educador para la liberación tiene que ‘morir’ como educador exclusivo de los educandos a fin de renacer, en el proceso, como educador-educando de los educandos. Por otro lado, tiene que proponer a los educandos que también ‘mueran’ como exclusivos educandos del educador a fin de que renazcan como educandos-educadores del educador-educando. Sin esa ‘muerte’ mutua y sin ese mutuo ‘renacimiento’, la educación para la liberación es imposible.” Paulo Freire (2008) La Importancia de Leer y el Proceso de Liberación.

Quién une al peronismo después de octubre

* con Ezequiel Gerace S e suele recordar que Néstor Kirchner vislumbraba para la Argentina un sistema político bipartidista, con una fuerza progresista de centroizquierda que él aspiraba a comandar, y una oposición de centroderecha que por entonces no terminaba de encontrar su forma definitiva. Las elecciones de octubre parecen confirmar que Cambiemos se ha consolidado como la pata derecha de este potencial bipartidismo. Refuerzan esta percepción los magros resultados de las oposiciones condescendientes con el gobierno. Hoy, las propuestas de corte liberal confluyen dentro de Cambiemos, o se diluyen frente a su avance. Esta consolidación de una centroderecha electoralista y de proyección nacional ha encontrado, curiosamente, a la centroizquierda fracturada. El peronismo, que con todos sus matices continúa siendo –por lo menos doctrinariamente- la centroizquierda vernácula por excelencia, ha cedido unidad y peso electoral frente a las ambiciones personales y las presiones corporati

Un contrarrevolucionario llamado Trotsky

“M ientras las tropas insurgentes marchaban hacia la muerte, resistiendo el asalto furibundo de los cosacos de Denikin, los regimientos bolcheviques invadieron la región del norte, atacando a los majnovistas por la retaguardia. Al invadir los poblados, los bolcheviques apresaron a los militantes anarquistas y los ejecutaron; destruyeron las comunas libres y otras organizaciones similares. Trotsky, que había llegado a Ucrania por esta época, tuvo un papel fundamental en este ataque. Es posible imaginar cómo debió sentirse al descubrir una región perfectamente independiente; al oír el lenguaje libertario de los pobladores, que desconocían su poder; al leer los periódicos en los que esta gente hablaba de él sin respeto ni temor, solo como un funcionario más del Estado. Trotsky, que se encaminaba a barrer con el anarquismo de Rusia con “escoba de hierro”, solo pudo haber experimentado un odio ciego propio de los estatistas de su tipo. Su odio se expresa en toda una serie de órdenes dictada

Cuando lo indígena era parte de nuestro proyecto de país: tres notas

«L a logia que organizaron Alvear y San Martín en Buenos Aires tomó el nombre del caudillo araucano Lautaro, un sirviente de Valdivia, el conquistador de Chile, que aprendió de él las destrezas marciales de la caballería, se rebeló y le dio muerte, según la leyenda, haciéndole beber derretido el oro que tanto lo obsesionaba. Era una perfecta metáfora del desafío que asumían aquellos criollos, formados en el ejército español, al levantarse contra el opresor colonial (y si tomaron como emblema un “indio chileno”, según expresión de Vicente Fidel López, era porque para ellos no había diferencias entre indios y criollos, y menos entre argentinos y chilenos). […] E n mayo de 1813, cuando organizaba sus escuadrones de granaderos, San Martín recibió en Buenos Aires un contingente de 261 reclutas misioneros, conducidos por cuatro oficiales guaraníes… San Martín era “paisano” de los misioneros por haber nacido en Yapeyú, y además ––según documentos y testimonios que ahora conocemos mejor––

Violencia, una profecía que no es nuestra

Hace poco menos de un mes que compartí estas notas a través La Mancha. Acababan de ocurrir los desmanes provocados por infiltrados tras la marcha del 1º de septiembre, y las detenciones arbitrarias de treinta personas. Desde entonces, el gobierno y sus voceros mediáticos no han dejado de abonar a la teoría de una oposición cada vez más radical y violenta...    M arcos Peña expresó su preocupación por que los argentinos “sigamos naturalizando a un grupo político que legitima la violencia, como es el kirchnerismo”. El kirchnerismo, se extrae de lo anterior, debería ser ‘desnaturalizado’, extirpado del cúmulo de realidades que la sociedad argentina acepta ‘con naturalidad’. No hace falta indicar la rotunda violencia que habita los conceptos del jefe de gabinete. Es la violencia de la negación del otro, de su anulación como una identidad válida; es la más oscuras de las violencias, una violencia que solo puede hallar su punto de equilibrio en la destrucción del otro. Hoy no existe marg

La desperonización de Cristina

A un mes de la derrota electoral de 2015, José Manuel De la Sota anunciaba el final del ciclo kirchnerista y llamaba a recuperar “el ideario del mejor Perón”. Proponía devolverle al peronismo “su perfil socialcristiano, de centro”. Esta misma posición tomó por estos días Miguel Ángel Pichetto: “El PJ debe volver a ser un partido de centro nacional”, propuso, luego de definir a Unidad Ciudadana como “una fuerza de centro izquierda”. No son pocas las figuras del PJ que comienzan a leer la experiencia kirchnerista como una anomalía dentro de la tradición peronista. Coinciden curiosamente con la lectura que despliegan los analistas liberales, súbitamente preocupados por ordenar el discurso anticristinista al interior del peronismo. Hasta el momento, la estrategia consiste en presentar al kirchnerismo como un movimiento de izquierda que ha encontrado su cauce natural por fuera del PJ. Este intento de ‘desperonización’ de Cristina no tiene otro objetivo que aislarla políticamente y allana

Almanaque Wak! (antología)

E l vértigo con el que escribo páginas de cómic no ha cesado, aunque los proyectos de largo aliento en los que estoy enmarañado hayan reducido el promedio de publicaciones por año. El hiato en que ingresó Revista Exégesis (mi patio de juego por excelencia) también ha tenido su cuota de responsabilidad. Pero este año tuve el honor de volver a colaborar con uno de los dibujantes que más admiro, y a quien en cierta forma había espantado luego de una primera colaboración allá por el año 2010. Franki me ofrecío guionar una breve historia para la antología española 'Almanaque Wak!', bajo la temática ‘Exhibicionismo 2.0’. Metí en una misma bolsa redes sociales y estereotipos mafiosos, y salió ‘La otra Face del crimen’, un corto de humor de cinco páginas al que Fran agregó sus incomparables personajes. El ‘Almanaque Wak!’ acaba de salir a la venta. Una docena de trabajos que aún no he tenido la suerte de leer, pero con algunas firmas que aprecio. Ya puede encargarse, por un puñado d

Macrismo y kirchnerismo, relatos y utopías

C ambiemos ha logrado asentarse en el terreno de la esperanza [1], ese terreno enmarañado de subjetividad y marcos interpretativos sobre el cual operan con habilidad los medios concentrados. El mero contraste entre la bonanza K y el ajuste M desconoce aspectos retóricos donde el kirchnerismo fracasa y el macrismo todavía triunfa. Es el terreno de las narrativas. Parte de la respuesta a la consolidación electoral de Cambiemos debe buscarse en el diferencial positivo que el relato macrista logra frente al debilitado relato kirchnerista, su principal contendiente discursivo. Lo ‘real’ para los seres humanos está entretejido de memorias pasadas y experiencias presentes, pero nuestras acciones se orientan siempre en torno a una percepción sobre el futuro. Una parte crucial de la disputa política no se da en la materialidad del presente, sino en el terreno más inestable de la utopía. El horizonte utópico del kirchnerismo fue un capitalismo solidario, ordenado a partir de la intervención re

Colón y la propiedad privada: del indio generoso al indio ladrón

«Colón va a declarar que los indios son la gente más generosa del mundo, con lo cual hace una contribución importante al mito del buen salvaje. "Son [...] sin codicia de lo ajeno" (26.12.1492). "Son tanto sin engaño y tan liberales de lo que tienen, que no lo creerá sino el que lo viese" ("Carta a Santángel", febrero-marzo de 1493). "Y no se diga que porque lo que daban valía poco, por eso lo daban liberalmente -dice el Almirante-, porque lo mismo hacían, y tan liberalmente, los que daban pedazos de oro como los que daban la calabaza de agua; y fácil cosa es de cognoscer -añade- cuando se da una cosa con muy deseoso corazón de dar" (Diario, 21.12.1492). En realidad, el asunto es menos fácil de lo que parece. Colón lo presiente cuando, en su carta a Santángel, recapitula su experiencia: "...ni he podido entender si tienen bienes propios, que me pareció ver que aquello que uno tenía todos hacían parte, en especial de las cosas comederas"

Arsenal: el perfil liberal de Cristina

L a ex presidenta logró, por una vez, unificar al amplio y contradictorio espectro de los analistas mediáticos. Una unidad hecha de sorpresa y, cómo no, de sincero desconcierto. La respuesta al acto de Arsenal fue un estallido de interpretaciones dispares y hasta contradictorias, al que no podemos más que aportar alguna que otra esquirla, algún que otro perdigón. Tal fue el desconcierto, que mientras la tapa de Clarín había visto un discurso “muy duro” contra el gobierno, Joaquín Morales Solá se ofendía por la blandura retórica de la ex mandataria. “Habló como si no hubiera sido la presidenta de los discursos violentos y difamatorios”, escribió con sincero enojo. Y mientras Sandra Russo aplaudía la jugada comunicativa como una “acción política renovada y readaptada a las circunstancias históricas”, el cronista de La Izquierda Diario en Arsenal aseguraba haber sido testigo de la desilusión de las multitudes K, incapaces de procesar la nueva estrategia discursiva de su líder. Uno pod

La pregunta por el sentido común

"¿Es preferible 'pensar' sin tener conciencia crítica de ello, de modo disgregado y ocasional, o sea, 'participar' en una concepción del mundo 'impuesta' mecánicamente por el ambiente externo, (…) o es preferible elaborar uno su propia concepción del mundo consciente y críticamente, y por tanto escoger la propia esfera de actividad en conexión con ese esfuerzo del cerebro propio, participar activamente en la producción de la historia del mundo, ser guía de sí mismos en vez de aceptar pasivamente y supinamente la impronta puesta desde fuera a la personalidad?" Antonio Gramsci (2010) Antología - Volumen 2.

Macri y la obstinación ideológica como motor político

C on su último traspié vía decreto, el gobierno de Macri ha dejado expuesto un modo concreto de gestión que para muchos no pasaba de ser una sospecha. Si hasta el momento podíamos confundir algunos tropezones del gobierno como 'torpeza' o 'falta de experiencia’, el DNU que estableció la movilidad del feriado del 24 de marzo nos obliga a plantearnos otra explicación: estamos ante un gobierno eminentemente ideologizado. Esto no significa que pueda existir, acaso someramente, un gobierno sin ideología. Lo que parece mostrársenos con nitidez es que, para Macri, la ideologización de las decisiones políticas tiene preponderancia aun por sobre las consideraciones de oportunidad y estrategia. O, lo que es lo mismo, por sobre toda racionalidad política. Desde un punto de vista meramente táctico, el DNU que afectaba el Día de la Memoria carecía de sentido. El propio Morales Solá se alzó en alarma debido a la sumatoria de polémicas innecesarias que, para su preocupación, corren el

Cuántos pobres se necesitan para hacer un rico

"L as leyes del capitalismo, invisibles para el común de las gentes y ciegas, actúan sobre el individuo sin que éste se percate. Sólo ve la amplitud de un horizonte que aparece infinito. Así lo presenta la propaganda capitalista que pretende extraer del caso Rockefeller —verídico o no—, una lección sobre las posibilidades de éxito. La miseria que es necesario acumular para que surja un ejemplo así y la suma de ruindades que conlleva una fortuna de esa magnitud, no aparecen en el cuadro y no siempre es posible a las fuerzas populares aclarar estos conceptos." Ernesto Che Guevara  (1965)  El hombre nuevo.

La verdadera revolución solo llega al final

"E n la fase superior de la sociedad comunista, cuando haya desaparecido la subordinación esclavizadora, de los individuos a la división del trabajo, y con ella, la oposición entre el trabajo intelectual y el trabajo manual; cuando el trabajo no sea solamente un medio de vida, sino la primera necesidad vital; cuando, con el desarrollo de los individuos en todos sus aspectos, crezcan también las fuerzas productivas y corran a chorro lleno los manantiales de la riqueza colectiva, sólo entonces podrá rebasarse totalmente el estrecho horizonte del derecho burgués, y la sociedad podrá escribir en su bandera: ¡De cada cual, según su capacidad; a cada cual, según sus necesidades!" Karl Marx (1980) Crítica del Programa de Gotha.